sábado, 15 de diciembre de 2012

El Consell logra rebajar los controles de EE UU a las clementinas valencianas

artículo publicado en LaRazón


Desde que en 2001 se detectara en territorio de EE.UU. una larva viva de «ceratitis capitata» (también conocida como mosca de la fruta), en una partida de clementinas valencianas, esta mercancía tiene que pasar controles durísimos para poder atravesar las fronteras estadounidenses. Desde las plantaciones valencianas se ven obligados a enviar muestras de forma periódica, realizar tratamientos colectivos terrestres y aéreos para reducir la población de esta plaga, además de un registro de todas las parcelas cuyas producciones vayan destinadas a EE.UU.

Afortunadamente, un proyecto experimental realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) va a permitir que los controles exigidos se relajen. Concretamente, se reducirá el número de días que debía pasar la fruta en frío antes de entrar en el país. De un periodo de entre 14 y 18 días, se pasará a doce, ya que el experimento demuestra que a una temperatura de 1,1 grados centígrados, este tiempo es suficiente para eliminar las posibles larvas vivas que hayan podido escapar a los controles realizados en el campo.

El proyecto cuenta con la aprobación de las autoridades americanas, que incluso han querido comprobar in situ la realización del mismo. Durante el ensayo, se están haciendo pruebas simulando las condiciones reales de exportación, para lo cual se realizará el tratamiento en frío en un contenedor autorizado, en el que la fruta habrá sido previamente infestada con miles de larvas de mosca de la fruta.

Al reducir la duración del tratamiento, bajan también los costes derivados de protocolo y se agilizan los plazos para el envío de la fruta evitando así una posible merma en su calidad.

En la campaña de exportación de clementinas a USA, los inspectores americanos, conjuntamente con los españoles, realizan un control a todos los lotes que se pretende exportar, y comprueban por muestreo que no existe presencia de larvas vivas antes de iniciar el tratamiento de frío. 

Tras dos años consecutivos en los que no ha habido en la Comunitat ningún rechazo en origen en dichos controles, las autoridades americanas se han mostrados receptivas al planteamiento de este proyecto de investigación.

Estos buenos resultados, según explicaron desde la Conselleria de Agricultura, se han podido conseguir gracias a las medidas de mitigación de poblaciones adoptadas por la Generalitat, como son la liberación de millones de machos estériles, la captura masiva de adultos mediante la colocación de trampas, los tratamientos colectivos terrestres con «quad» y aéreos con helicóptero y avión, los repartos de productos fitosanitarios para los tratamientos individuales en variedades tempranas y extratempranas de cítricos, etc.

Con este trabajo se pretende demostrar que las condiciones exigidas desde el año 1984 y hasta el 2002, cuando se cerraron las fronteras, eran suficientes para destruir la presencia de la plaga.

Desde que en 2001 se detectara en territorio de EE.UU. una larva viva de «ceratitis capitata» (también conocida como mosca de la fruta), en una partida de clementinas valencianas, esta mercancía tiene que pasar controles durísimos para poder atravesar las fronteras estadounidenses. Desde las plantaciones valencianas se ven obligados a enviar muestras de forma periódica, realizar tratamientos colectivos terrestres y aéreos para reducir la población de esta plaga, además de un registro de todas las parcelas cuyas producciones vayan destinadas a EE.UU.

Afortunadamente, un proyecto experimental realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) va a permitir que los controles exigidos se relajen. Concretamente, se reducirá el número de días que debía pasar la fruta en frío antes de entrar en el país. De un periodo de entre 14 y 18 días, se pasará a doce, ya que el experimento demuestra que a una temperatura de 1,1 grados centígrados, este tiempo es suficiente para eliminar las posibles larvas vivas que hayan podido escapar a los controles realizados en el campo.

El proyecto cuenta con la aprobación de las autoridades americanas, que incluso han querido comprobar in situ la realización del mismo. Durante el ensayo, se están haciendo pruebas simulando las condiciones reales de exportación, para lo cual se realizará el tratamiento en frío en un contenedor autorizado, en el que la fruta habrá sido previamente infestada con miles de larvas de mosca de la fruta.

Al reducir la duración del tratamiento, bajan también los costes derivados de protocolo y se agilizan los plazos para el envío de la fruta evitando así una posible merma en su calidad.

En la campaña de exportación de clementinas a USA, los inspectores americanos, conjuntamente con los españoles, realizan un control a todos los lotes que se pretende exportar, y comprueban por muestreo que no existe presencia de larvas vivas antes de iniciar el tratamiento de frío. 

Tras dos años consecutivos en los que no ha habido en la Comunitat ningún rechazo en origen en dichos controles, las autoridades americanas se han mostrados receptivas al planteamiento de este proyecto de investigación.

Estos buenos resultados, según explicaron desde la Conselleria de Agricultura, se han podido conseguir gracias a las medidas de mitigación de poblaciones adoptadas por la Generalitat, como son la liberación de millones de machos estériles, la captura masiva de adultos mediante la colocación de trampas, los tratamientos colectivos terrestres con «quad» y aéreos con helicóptero y avión, los repartos de productos fitosanitarios para los tratamientos individuales en variedades tempranas y extratempranas de cítricos, etc.
Con este trabajo se pretende demostrar que las condiciones exigidas desde el año 1984 y hasta el 2002, cuando se cerraron las fronteras, eran suficientes para destruir la presencia de la plaga.

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